Barcelona.- En línea con su obsesión de imponer el catalán y mientras recorta en Sanidad o Educación, la Generalitat de Cataluña, a través de la Consejería de Cultura, ha encontrado algo nuevo en lo que gastar: impulsar un cuestionario en línea que permite a las empresas hacer una autodiagnosis sobre el cumplimiento de las obligaciones lingüísticas que establece el Código de consumo.
El cuestionario, bautizado como 'Llenguatest Consum', pretende ser una herramienta para el fomento del catalán en el ámbito empresarial, ha informado en un comuncado la Consejería, que no pretende otra ocsa que controlar y fiscalizar cuál es la lengua que se habla en cada empresa.
El aspecto lingüístico del Código de consumo incide básicamente en tres ámbitos: la atención al cliente, la documentación y el etiquetaje.